Hablamos ya de lo que es el asturiano y
de lo que es el gallego-asturiano, de dónde se hablan y, más o menos, de por
qué se hablan. Cuando hablo de las lenguas de Asturias muchos me decís, con
razón, que la cultura asturiana no es únicamente sus lenguas. Evidentemente, la
cultura asturiana va más allá de las lenguas, como va más allá de los hórreos,
las paneras o los bailes tradicionales. Y desde luego va mucho más allá de los
cuatro tópicos diseñados para turistas (que si la sidrina, que si la Santina,
que si la tierrina...). El problema es que hablar de la cultura en
términos abstractos, es muy complejo, porque la cultura lo abarca todo. Cultura
asturiana son los hórreos, pero también Ensidesa o Ceasa. Cultura asturiana son
las gaitas, pero también el punk. No voy a hablar, entonces, de cultura
asturiana en términos tan amplios, pero sí hablaré de algunas cosas que
tienen mucha relación con la cultura y la historia de Asturias.
¿País?
En el primer post de la serie comenté que quería hablar, entre otras cosas,
del país asturiano, ¿país? Pero Asturias no es un país, el país es España.
Bien, es muy común que la gente tienda a confundir los términos país, nación
y estado, y tienda a pensar que las tres cosas son una misma cosa,
cuando no lo son. Es evidente (es un hecho objetivo) que Asturias no es un
estado soberano, sino que forma parte del estado español. Independientemente de
la voluntad de cada uno, eso es un hecho. Pero eso no quiere decir que no sea
un país. Personalmente no me gusta justificar el uso de tal o cual término
político en función a su definición en el diccionario, porque las definiciones
de diccionario no tienen por finalidad establecer los conceptos políticos, sino
dar una idea de lo que significa una palabra, muchas veces sólo a grandes
rasgos. Tampoco creo que las academias lingüísticas sean dioses y que,
por lo tanto, sólo sus definiciones sean aceptables, ya que las academias no son las madres de las lenguas. Con todo, te interesará
saber que la RAE define país como «nación, región, provincia o territorio», con
lo que prácticamente cualquier espacio físico puede ser llamado país.
Una de las definiciones que da para nación es «conjunto de personas de
un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una
tradición común». Aunque tanto los politólogos como los historiadores discuten
mucho sobre qué es una nación, la idea de que una nación se caracteriza
por una lengua común, un espacio claramente definido y una historia común es
general. En este caso habría mucho que discutir sobre qué es una historia
común, y personalmente no lo voy a hacer, porque eso daría para una tesis, y ni
yo tengo la capacidad ni es lo que nos ocupa ahora.
La expresión país, en cambio, es una expresión más clara, país
es básicamente un territorio. Así, aunque Asturias no tenga un estado propio,
no hay ninguna razón por la que no se le pueda llamar país.
Vale, esa es la teoría, pero en la práctica nadie
llama a Asturias país... No es cierto. El término país se viene aplicando históricamente (muchísimo
antes de quue saliésemos los asturianistas a hablar de países),
por ejemplo tenemos las expresiones carro del país, traje del país
(aunque también se usa mucho la expresión traje tradicional o traje
asturiano), fruta del país, vino del país... donde país no
hace referencia a España, sino a Asturias. Es más, en muchas ocasiones, al
hablar de vino del país, podemos interpretar que el país es un
territorio de Asturias concreto, no Asturias en su conjunto.
De hecho en España existe una comunidad autónoma que se llama, en
castellano, País Vasco, donde país no es sinónimo de estado. También la
Comunidad Valenciana se conoce comunmente en lengua catalana (en valenciano)
como País Valencià (País Valenciano), aunque oficialmente sea la Comunitat
Valenciana. También en otros estados, más centralistas que el nuestro, como
en Francia, hablan del País del Loira (Pays de la Loire) para referirse
a una de sus regions, e incluso del País Vasco francés (Pays Basque)
para referirse a un territorio que ni siquiera tiene unas fronteras claramente
definidas (porque el País Vasco francés no es ni una región ni un departamento,
sino que está en el departamento de los Pirineos Atlánticos, en la región de
Aquitania, junto con el territorio histórico de Bearn). Todos conocemos los
Países Bajos, aunque a pesar del plural tenemos claro que constituyen una sola
unidad política, pero no hablamos del País Bajo, por lo que si usamos el
plural será que entendemos que los Países Bajos son más de un país, aunque sean
un solo reino.
En definitiva, en lengua castellana (como en muchísimas otras, también el gallego-asturiano y el asturiano) la palabra país
puede usarse para referirse a un estado (”cuando fui a Francia no conocía el
país”, donde el país es, claramente, Francia, un estado) o a un
territorio distinto (“cuando fui a Asturias no conocía el país”, o“en
Asturias ya casi no se usa el carro del país”, donde el país es Asturias, o
“en Ibias pude probar el vino del país”, donde el país puede no ser ni España
ni Asturias, sino el territorio del que es propio ese vino, en este caso la
tierra de Cangas). De hecho, en determinadas ocasiones la palabra país
podría transcender fronteras, y así la expresión País Vasco puede ser usada
para referirse al país vasco español, al francés o a la suma de ambos. Así, el
vino del país puede referirse a un vino de Rioja, y ese país puede
incluir perfectamente La Rioja (comunidad autónoma) y La Rioja alavesa (en el
País Vasco). Esto es, la palabra país es una palabra polisémica. Si te fijas, la palabra paisano (que en castellano se usa para referirse a alguien de tu mismo lugar y en asturiano y gallego-asturiano para referirse a cualquier persona) quiere decir el que es del mismo país, viene de país (lo que pasa que en gallego-asturiano y asturiano amplió su significado original hasta referirse a cualquier persona, sea de donde sea).
Carro del país. El país del que es propio este carro es Asturias.
¿Por qué usar la palabra país para
referirse a Asturias y no la palabra provincia? La palabra provincia hace referencia a un
estatus legal que tiene un territorio. Asturias es una de las 50 provincias
españolas, y una de sus 17 comunidades autónomas. Si me refiero a Asturias como
comunidad autónoma, irremediablemente me estoy refiriendo a su condición
legal que mana de su Estatuto. Si me refiero a Asturias como provincia hago
referencia a su relación administrativa con España (por ejemplo “cuando
pongas la dirección, no te olvides de escribir la provincia”, o “en el
código postal, los dos primeros números señalan la provincia”, ya que el
sistema estatal de correos tiene en cuenta las provincias para su
funcionamiento). En cambio, la palabra país se refiere a un territorio
por sí mismo, independientemente de la relación que tenga con otros
territorios, e independientemente de que ese territorio forme parte de otro
territorio mayor. Así, cuando hablo de vino del país y pienso en Cangas,
no niego por ello que ese país, la tierra de Cangas, forme parte de Asturias,
pero tampoco pongo el acento sobre su asturianía.
Así, un país es un territorio con características comunes, esas
características pueden ser unas pocas (pueden tener en común, únicamente,
producir un mismo vino), o pueden marcar identidades, como la identidad asturiana.
Como creo que Asturias no sólo es una subdivisión de España y punto, sino que
tiene personalidad y características propias, me encuentro muy cómodo usando la
palabra país, que, como te dije, tiene un uso tradicional muy extendido.
Pero hablar de Asturias como país suena
nacionalista. Si así
fuera, no hay ningún problema, pues en un estado democrático se puede defender
el nacionalismo periférico sin ningún problema. Pero aún así, no es cierto que
sea una expresión nacionalista, de hecho hablarás con total naturalidad
el País Vasco y no por ello eres militante del PNV, ¿verdad? Es muy común
referirse a Asturias como país, ¡si hasta Cascos uso esa expresión! Y no
creo que Cascos sea sospechoso de ser separatista. También Fraga usó la palabra
país para referirse a Galicia, y tampoco Fraga podía haber sido acusado
de nacionalista gallego, más bien fue siempre un nacionalista español.
¿Asturias es España y lo demás tierra conquistada?
Esta es una afirmación que muchísimos asturianos repiten con orgullo y
devoción. Aunque, paradógicamente, es una expresión que, aunque en boca de
asturianos, nunca escuché en lengua asturiana ni en gallego-asturiano. Quizá es
una tontería, sí, pero me parece significativo reseñarlo. Bien, esa afirmación, es sencillamente falsa. En este momento todos mis amigos
historiadores (especialmente medievalistas) me van a arrancar la piel a tiras
por explicar las cosas de una forma tan limitada. Bueno, este post no pretende
ser una clase de Historia medieval de Asturias, así que me vais a permitir que
lo explique muy deprisa y corriendo.
Cuando los moros entran en la Península Ibérica y llegan hasta Asturias
(porque sí, los moros llegan a tomar Asturias y montar una gobernación en
Xixón, a cargo del gonbernador Munuza), establecen unos impuestos que los
cristianos que vivían en estas tierras lo consideraron abusivo, además toman
ellos un poder que antes tenían otros. Así, por uno o por otro, Pelayo
acaudilla a los cristinaos contra los moros y funda el Regnum Asturorum,
que significa “reino de los ástures”, aunque solemos traducir como Reino de
Asturias. No voy a entrar a divagar sobre quién era Pelayo, si era un godo, un
ástur, un cántabro, un soldado, un príncipe o un dentista, porque no viene a
cuento. Lo cierto es que es nombrado princeps (que en latín quiere decir
el principal, el número uno, no príncipe como lo entendemos hoy). Después cuando muere ya su hijo Fruela será rex
(rey). El Reino de Asturias va creciendo, hasta llegar a territorios muy
lejanos de la actual Asturias, como a territorios de Portugal.
Hoy estamos acostumbrados a que un país tenga una capital y punto, pero en
aquel entonces lo que era más normal es que los reyes pudiesen cambiar su Corte
según las necesidades del momento, así al principio la Corte del rey estaba en
Cangues d’Onís, después en Samartín del Rei Aureliu, en Pravia y en Oviedo.
¿Por qué cambiaban de lugar las Cortes? Pues porque según el reino iba
creciendo la Corte se ponía más cerca del lugar hacia el que se expandía, para
que las noticias llegasen rápido al rey, y porque según unas ciudades iban
cogiendo relevancia, tenían más probabilidades de que la Corte se instalase
allí.
El Reino de Asturias también se extendió al sur, hacia León. Y allí
acabaron poniendo la Corte. Entonces pasó a llamarse Reino de León, aunque
también hay quien lo llama Reino Astur-Leonés, porque en el fondo el de León es
la continuación del de Asturias. Al Reino de León pertenecía el Condado
de Castilla. Como curiosidad decir que el Condado de Castilla era un poco las
tierras que estaban en el quito pino del Reino, y decir que cuando los nobles
castellanos llegaban a León los leoneses se reían de ellos por lo mal que
hablaban. Porque los nobles castellanos hablaban en castellano, y los
leoneses en leonés (asturiano), y lo fino era hablar asturiano, mientras
que hablar castellano era un poco de paletos. Bueno, esto es un poco la
explicación para dummies, pero creo que se entiende.
La Península Ibérica en el año 1037.
Entonces los castellanos van cogiendo más fuerza y se independizan. Sí, los
castellanos fueron independentistas con respecto a los leoneses. Pasa el tiempo... Y Castilla es un Reino
independiente, que pugna con León por el poder de La Meseta. Finalmente el
Reino de Castilla acaba conquistando al de León. Es decir, primero Castilla
pertenece a León, después León y Castilla son reinos independientes, y después
León pertenece a Castilla.
Entonces el castellano ya se va convirtiendo en una lengua más respetada,
hablar castellano ya no es paleto, fundamentalmente porque ahora son un
Reino, y el castellano es la lengua de los poderosos (no como antes, que los
poderosos estaban en León).
Pero si siempre se dijo que Asturias es España
y lo demás tierra conquistada. Hay que tener cuidado con el uso que hacemos de la palabra siempre,
porque en ocasiones ese siempre no es tan antiguo como creemos. ¿Desde
cuando se dice esa frase? No lo sé, y la verdad es que tampoco me quita el
sueño (porque en caso de que se llevase diciendo trescientos años no hace que sea
más cierto que si se llevase diciendo cincuenta). El hecho de que una cosa se
diga muchas veces, y que tenga cierto éxito entre la gente (porque sirve muy
bien para enarbolar un orgullo provinciano) no hace que sea cierta. Como te comenté hace nada, cuando
Pelayo se enfrentó a los musulmanes, estaba muy lejos de pensar en una idea de
España.
En ocasiones vemos la historia de Asturias sólo como una nota en la
historia de España, pero por el contrario, no aceptamos, o aceptamos malamente,
la posibilidad de ver la historia de España como una nota en la historia de
Europa, o la historia de Europa como una nota dentro de la historia de la
humanidad. Es decir, creemos que la historia sólo puede ser Historia de
España, porque así viene en letras doradas en nuestros viejos libros de la
escuela, y porque en ellos aparece desde el hombre del Sidrón hasta nuestros
días. En cambio, creo que estaremos de acuerdo en que el hombre del Sidrón de
ninguna manera podría ser ni español ni asturiano. Sobre esto, el
historiador Faustino Zapico decía:
«La Historia de Asturias es la gran desconocida para los asturianos y asturianas de hoy. Conocemos de nuestro pasado únicamente que algunos episodios de relevancia especial presuntamente insertos en la Historia general de España: la resistencia de los ástures contra los romanos, el inicio de la monarquía ástur con Pelayo y la batalla de Cuadonga, la revolución de 1934... Muchos de esos episodios, la mayoría de las veces, se conocen desde una perspectiva mítica y esencialista, vinculada por completo a la idea de la preexistencia de un ente intemporal, España, al que los asturianos parecen predestinados a rescatar en las circunstancias más dramáticas. Esa concepción mítica es compartida por buena parte del actual mapa político, y forma parte de los tópicos del discurso mayoritario. Los actuales planes de estudio, que deberían servir para enseñar a los estudiantes asturianos una visión más global y más crítica de su Historia, que permita ver a este pueblo como algo más que la fiera dormida que despierta cuando la patria española está amenazada, sirven, más bien, justo para lo contrario, para insistir en esa visión simplona, esencialista y anecdótica de nuestro pasado colectivo, gracias a los currículum de Ciencias Sociales aprobados por el gobierno del Principado hace algunos años.»[1].
¿Pero Asturias no es un Principado como recompensa
por reconquistar España? No. Mucha gente cree que Asturias es un Principado como premio por
haber echado a los moros en la batalla de Cuadonga, que es lo que queda de
aquel Reino de Asturias. Bueno, lo cierto es que entre que nace el Reino de
Asturias y que Asturias se convierta en un Principado pasa mucho tiempo, y no
fue como premio, sino como castigo. En la Edad Media había reyes, sí, pero
mandaban más bien poco, porque los que mandaban mucho eran realmente los
señores feudales. Poco a poco los reyes fueron cogiendo más poder y los señores
feudales tenían menos, y, claro, eso no les gustaba. En Asturias un grupo de
nobles, liderados por el conde de Noreña, Gonzálo Peláez, se levantaron contra
el rey de Castilla (Asturias ya hacía mucho que formaba parte del Reino de Castilla), porque querían recuperar aquel poder que habían ido
perdiendo (con esto no quiero decir que Gonzalo Pelaez fuese un independentista
asturiano, como hay quien puede decir, porque no es cierto). Entonces el rey de
Castilla los subyugó e instauró un Principado, para que Asturias estuviese
controlada directamente por la familia real, y así los tenían más controlados.
Eso es lo que pasó, más o menos, en todos los Principados, como el de Viana o
Girona (los dos de la corona hoy española) o Gales (de la corona británica).
Hay que recordar cosas como que los moros y los cristianos no estuvieron en
guerra continua, es más, los moros guerrearon entre ellos y los cristianos
entre ellos, hasta el punto de aliarse moros con cristianos. Entre la batalla
de Cuadonga y la expulsión de los moros por parte de los Reyes Católicos pasan
800 años. Los moros llevaban 800 años en la Península Ibérica. Para que te
hagas una idea, los blancos llevan sólo 500 años en América, doscientos
años menos. Vamos, que no podemos hablar de la Edad Media como si fuesen un par de siglos.
Cultura.
Hay mucha gente que cuando piensa en la cultura asturiana piensa en
los hórreos, las madreñas, el pericote y la sidra. Muy bien, todo eso forma
parte, indudablemente, de la cultura asturiana, aunque no son necesariamente
rasgos exclusivos de Asturias. Así, debemos saber que también se bebe sidra en
otros territorios del mundo, desde el País Vasco hasta Canadá, pasando por
Bretaña (Francia), los Estados Unidos o Inglaterra. Evidentemente no son
exactamente igual, como no son exactamente igual los vinos de Cangas que los de
La Rioja o los de California. Tampoco los hórreos son exclusivos de Asturias, y
construcciones parecidas se extienden por el mundo. En concreto, el hórreo
asturiano se extiende también por Galicia, hasta muy cerca de Lugo capital.
Del mismo modo, el cabazo se extiende entre Viveiro (Lugo) y Cuideiru
(Asturias), y es un elemento más de la cultura arquitectónica asturiana.
Hórreo asturiano con cubierta de teito, panera, cabazo y hórreo gallego.
¿Eso quiere decir que no son elementos tan
asturianos como creíamos? No, evidentemente no. Son elementos completamente asturianos, eso lo que
quiere decir es que la cultura, al contrario de lo que pasa con las
lenguas, no es una realidad fácil de meter dentro de unos lindes. En el caso de
las lenguas nos encontramos con fenómenos de especial relevancia que señalamos
como frontera entre lenguas, en el caso de la cultura, aunque está claro
que no todos los fenómenos tienen la misma importancia (no es igual de
importante el tipo de calzado que usa un pueblo, como la división de trabajos
que hace, por ejemplo), sería mucho más difícil establecer una frontera,
sobre todo en nuestra sociedad occidental, donde todos bebemos de unos mismos
orígenes (latinos, germánicos...) y donde la relación entre pueblos es muy
grande. Es decir, en una población 100% asturiana que come kebabs, ve películas
americanas y escucha la música de la MTV. Evidentemente, aspectos como las madreñas, los hórreos o las canciones
tradicionales tienen relevancia en la definición de la cultura asturiana, por
eso es tan importante que ninguna de estas cosas se pierdan, y por eso hay
gente grabadora en mano recorriendose los pueblos de Asturias y recogiendo todo
ese acerbo cultural.
Sidra irlandesa, aunque parezca
cerveza se hace con manzana.
Lo mismo puede pasar con aspectos como los gastronómicos (no por nada unos
pueblos comen fabada y otros gazpacho), aunque estaría bien no exacerbar
algunas cosas. Recuerdo una vez que una persona profundamente marcada por su identidad
española, podríamos decir que profundamente españolista me preguntó si
me gustaba el vino. Lo cierto es que a mí no me gusta mucho el vino, así que le
dije que no, y apostillé que me gustaba más la sidra, a lo que ella contestó «ah,
claro, como eres asturianista te gusta más la sidra, pero yo soy española y me
gusta el vino». Realmente no sé por qué llegó a la conclusión de que mis
ideas políticas me hacían más degustador de sidra que de vino, ni entendí muy
bien cómo lo que definía, para ella, a un buen español tenía que ser el
gusto por el vino. Lo cierto es que si comparé el vino con la sidra no fue
porque pensase en una España vs. Asturias, sino porque las dos son
bebidas fermentadas que se extraen de una fruta, del mismo modo que cuando digo
que me gusta más el vodka que el ron no estoy mostrando más simpatías por Rusia
que por Cuba. Supongo que esta chica desconocía que, por un lado, se hace sidra
también fuera de Asturias, y por otro lado que en Asturias también se produce
vino, sobre manera en el Occidente (de hecho existe la Denominación de Origen Vinos
de la tierra de Cangas). Y no sólo eso, sino que también fuera de España, e
incluso de Europa, se produce vino.
Vino de Cangas servido en cachu, el recipiente en que tradicionalmente se sirvió este vino
y etiqueta de vino Ḷḷumés, etiquetado en asturiano.
No es la primera vez que lo gastronómico y lo identitario se juntan,
teniendo que dar explicaciones de por qué si me gusta una cosa y no otra, todas
ellas en clave política, nunca meramente gastronómica (como sería lo natural).
Cabe concluir que si me gusta más el kebab que la hamburguesa es porque siento
más simpatía por turcos que por estadounidenses...
No es nada rara esta mezcolanza de ideas, de hecho, de ahí sale un concepto
tan usual como el de dieta mediterránea.
¿Qué le pasa a la dieta mediterránea? Deberías saber que la dieta mediterránea
no existe. Es un invento propagandístico para promocionar determinados bienes
de consumo (como el aceite de oliva) en los que España (o mejor dicho, una
parte de España) son productores natos. Primero hay que aclarar que lo que en
España se conoce como mediterránea hace referencia nada más al Mediterráneo
español, de lo contrario deberíamos determinar que el kebab y la pizza son
productos propios de la dieta mediterránea, lo mismo que el cuscús (que se come
en un montonazo de países bañados por el Mediterráneo).
No existe una dieta mediterránea porque no existe una dieta común al
Mediterráneo, ni al Mediterráneo español, ni a España. ¿Cómo va a existir una
dieta común si hasta no hace tanto la gente consumía lo más cercano? Por poner
un ejemplo, el aceite de oliva es de consumo y producción habitual en el sur de
España y en el Mediterráneo, sí, pero en todo el norte se consumió siempre más
el de girasol, que también se produce (y en Cantábrico directamente se usaba
manteca de cerdo, el aceite lo empezaron a conocer nuestros abuelos). ¿Cómo
puedes ir por los campos de Palencia, llenos de girasoles, y decir que lo
español es el aceite de oliva?
Arriba: Olivos.
Abajo: Girasoles.
Los distintos modos de producción de aceite
No es mi intención discutir sobre gastronomía ni sobre producción aceitera en el Reino de España, son sólo algunos de los pocos ejemplos con los que quiero reseñar la cantidad de tópicos que se suelen generar a la hora de hablar de culturas. En ese sentido conviene no confundir cultura con tópicos, y conviene
recordar que la cultura es tanto la cultura tradicional como la cultura
moderna, y que Asturias está abierta a una y a otra, y que tanto para una
como para otra son válidas sus lenguas, y de eso mucho nos pueden decir los distintos músicos, cineastas, compañías de teatro, escritores, presentadores de televisión... que generan cultura en asturiano y en gallego.
Cartel del concierto de Dixebra en la Sala Taibo de Madrid y componentes del grupo rock Bacotexo.
El asturiano y el gallego-asturiano pueden perfectamente servir para producir cultura moderna
y para exportarla.
Abajo: Festival Internacional de Cine de Xixón.
Cierre.
Esta es la Asturias que muchos vivimos, una Asturias que
tiene personalidad propia, que tiene lenguas propias y que no es simplemente una división de un estado. No voy a entrar en cuestiones de qué relación han de tener Asturias y España, porque creo que eso no es para esta serie, aunque sea algo de lo que hablé más de una vez en El Paporrubio y de lo que sin duda hablaré más veces. Sí que, con todo, creo que España es una realidad pluricultural, donde conviven (unas veces en armonía, otras no tanto) distintas colectividades culturales. El respeto a esas colectividades pasa necesariamente por reconocer su igualdad. Espero que esta pequeña serie de post, a veces inconexos, casi siempre incompletos, hayan servido para arrojar un poco de luz sobre algunas cuestiones que quizá te hagan plantearte cómo es sentir y vivir en una lengua que no es la castellana, y ¿quién sabe? quizá te animes a acercarte a las otras dos lenguas de Asturias y a las demás expresiones culturales, que constituyen una parte fundamental de nuestro ser colectivo.
[1]
Zapico Álvarez, Faustino, La
revolución de Mayu de 1808. Ed. Trabe, Uviéu, 2007.
«La Historia d’Asturies ye la gran desconocida pa los asturianos y asturianes d’anguaño. Conocemos del nuestru pasáu namás que dellos episodios de relevancia especial presuntamente ensertos na Historia xeneral d’España: la resistencia de los ástures contra los romanos, l’aniciu de la monarquía ástur con Pelayo y la batalla de Cuadonga, la revolución de 1934... Munchos d’esos episodios, les más de les veces, conócense dende una perspectiva mítica y esencialista, vinculada dafechu a la idea de la preesistencia d’un ente intemporal, España, al que los asturianos paecen predestinaos a rescatar nes circunstancies más dramátiques. Esa concepción mítica ye compartida por bona parte del actual mapa políticu, y forma parte de los tópicos del discursu mayoritariu. Los planes d’estudiu actuales, que deberín servir p’aprender a los estudiantes asturianos una visión más global y más crítica de la so Historia, que permita ver a esti pueblu como daqué más que la fiera dormida qu’esconsona cuando la patria española ta amenazada, sirven cásique xusto pa lo contrario, p’aneciar nesa visión simplona, esencialista y anectótica del nuesu pasáu colectivu, gracies a los currículum de Ciencies Sociales aprobaos pol gobiernu del Principáu va dellos años.»
En "¿Eso quiere decir que no son elementos tan asturianos como creíamos?" grabadora, con B
ResponderExcluirUn artículu estraordinariu. Perilustrativu. Norabona.
ResponderExcluirUn artículu bien guapu. Más d'unu lu tindría de leer.
ResponderExcluirCántabru
:) Gracias por las correcciones ortográficas, cambiado. Ains, no me lo tengáis en cuenta ;)
ResponderExcluirGracies tamién polos piropos :p
Pues you soi asturianista ya yá sía vinu, sidra ou cualquier outra bebida alcohólica me presta. ;). Sedrá que soi internacionalista. :DDD
ResponderExcluirYa si falamos del Vinu Cangas, tamién te voi dicir que'l que más me presta yía'l blanco.
Oi ho, ¿Quién yía Paco Cascos?
Ya por outra banda, you identifícome colo del Principáu sobre todo desque sabemos qu'Urdangarín (que yera'l xenru bon del Rei) yía un putu mangui.
Más nada. Si quies piropos a min los homes nun me gustan pero contigo pueo facer una escepción.
Un abrazón "osunu", marineiru....
Tengo que hacerte una corrección. La institución del principado de Asturias no tiene nada que ver con Gonzalo Pelaez. Gonzalo Pelaez, fue un conde que se sublevó contra el emperador Alfonso VIII y vivio a comienzos del siglo XII. El principado se instituyó en 1388, en gran parte como reacción ante la sublevación del conde de Noreña D. Alfonso Enriquez (hijo ilegítimo, aunque primogénito, del Rey Enrique II de Castilla) en 1383 y posteriormente en 1394 y 1395. Como anecdota hay que indicar que el cerco de Gijón de 1395 la villa fue bombardeada por la artillería de las tropas castellanas. Igualmente
ResponderExcluir